Zaragoza, la hora de la verdad.

La situación así lo demandaba. Y el pliego así lo dictó. Zaragoza ya no es plaza de temporada. En este escenario, el verano está trascurriendo con los cerrojos de la plaza atrancados a cal y canto. Sin visos de actividad hasta el próximo octubre. Con la afición maña esperando un Pilar que confirme las buenas sensaciones que dejó el pasado San Jorge. Nueves festejos que deben conformar el mejor Pilar en lustros. Dos novilladas, seis corridas de toros y un festejo del arte del rejoneo. Equilibro, ganaderías de prestigio e interés, y los mejores espadas del escalafón. La ecuación es fácil. 

Plaza de toros de Zaragoza (FUENTE: http://zgzalapiz.blogspot.com.es/)

Siendo lo más importante la composición de la feria, no se debería olvidar otro aspecto relevante: el 8 de Octubre del 2014, la plaza de toros de Zaragoza cumple 250 años. Onomástica que sólo ha celebrado la Real  Maestranza de Sevilla. Esta celebración debería ser tomada como una oportunidad y no como un estorbo. Motivo de importantes fastos, y más determinante, fundamento de orgullo y pretexto para divulgar en la ciudad y alrededores la importancia de la Misericordia en la historia, pasada y futura, de Zaragoza. El coso de Pignatelli como epicentro cultural y social de la región.

Sobrepasar los dos mil abonados puede, y debe, ser el objetivo. Ambicioso pero necesario. ¿Imposible o factible?

Decía Muhammad Alí que "imposible" es sólo una palabra que usan los hombres débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dio, sin atreverse a explorar el poder que tienen para cambiarlo.

Ha llegado la hora de la verdad.